Podemos encontrar las raíces del machismo en las sociedades primitivas, comunidades
nómades que se dedicaban a la caza. En estas sociedades, tanto hombres como mujeres tenían
designadas tareas específicas: los hombres salían de caza y las mujeres debían encargarse de las
tareas del hogar, pastoreo y otros.
El machismo es una ideología que considera a la mujer un ser inferior en uno o varios aspectos con
respecto al hombre.