Surge debido a la preocupación por el deterioro
de los agroecosistemas expuestos a la expansión
agroindustral, a finales de la década de los 80 y
mediados de los 90.
Las discusiones parten de la agroecología
como concepto científico, cuyos principios
invariantes, determinan las lógicas de
intervención. Los debates se articularon a
una esfera científica y técnica, al debate se
sumaron prácticas agroecológicas en
territorios.
En la década de los años 80, varios profesionales
(agrónomos, sociólogos, biólogos, antropólogos)
agrupados en organismos no gubernamentales,
conjuntamente con organizaciones campesinas e
indígenas, empezaron a cuestionar las tecnologías
generadas en el INIAP y replicadas por las
universidades, cuyos planteamientos no servían a
los pequeños y medianos productores del país, pues
demandaban suelos de gran extensión y buena
calidad.
Otro cuestionamiento fue al uso de
agrotóxicos de alto peligro
(organoclorados, organofosforados y los
hormonales/herbicidas) que antes habían
sido utilizados como elementos de guerra
(agente naranja y agente blanco). En el
INIAP como en las universidades se
sostenía que las técnicas ancestrales son
obsoletas y que deben ser erradicadas
para dar paso a las técnicas modernas
que vienen desde los centros
hegemónicos del poder mundial.
Segundo Momento: Evolución del
Paradigma Agroecológico
Entre 1990 - 1996: ocurren varios hitos históricos que
en definitiva permiten la evolución de la propuesta
agroecológica hacia dimensiones más sociales y
políticas: Las grandes movilizaciones indígenas a
principios de la década en ocasión de los 500 años de
resistencia, crean un nuevo escenario de disputa
ideológica y política que irrumpe en Ecuador y en toda
América.
El mayor nivel de presencia de las fincas
se ubicó en la Sierra Ecuatoriana y en la
costa se expandieron monocultivos.
Entre los años 1995 y 96 viene una etapa que
vincula a la agroecología con una vía
campesina de desarrollo, más allá de sus
aportes tecnológicos.
En el año 92 se da la cumbre de Río de Janeiro y
con ello vino el gran debate sobre desarrollo
sustentable, concepto que rápidamente fue
cooptado por la empresa y el mundo capitalista
que buscaba darle “rostro humano y verde” a la
globalización de los mercados
Tercer momento: dinamización del movimiento
agroecológico y su perspectiva
multidimensional en el marco de la Soberanía
Alimentaria (1996 – 2006)
cuando se amplifica y difunde la propuesta
agroecológica, ahora con su enfoque integral y
multidimensional. Se consolidan importantes
procesos de formación campesina y capacitación para
técnicos, se constata el incremento de discursos y
prácticas agroecológicas en varios lugares del país.
En 2005 se da el primer Encuentro Nacional
de Agroecología, que recupera la propuesta
como debate de interés nacional y
proporciona a la agricultura familiar
campesina como sujeto prioritario de la
propuesta alternativa.
El diálogo entre soberanía alimentaria y
agroecología gana un nuevo peldaño: la soberanía
ya se entiende como derecho de los pueblos a
controlar su sistema agroalimentario; es decir, la
capacidad plena sobre el qué, cómo y cuándo
producir y consumir..
En 2013 se consolida el Festival
Nacional por la Soberanía
Alimentaria, se intalan debates
importantes sobre la propuesta
agroecológica
Cuarto Momento: implicación política, expansión y
profundización. El desafío histórico del movimiento
agroecológico ecuatoriano (2006 – 2015)
En 2008 la coyuntura de la Asamblea Nacional
permite que diferentes organizaciones de la
sociedad civil, representadas por las tendencias
del movimiento ambientalista y campesino.
En 2013 se consolida el Festival Nacional por la
Soberanía Alimentaria, se intalan debates
importantes sobre la propuesta agroecológica
Existe un alto debate entre ONG´s, redes
agroecológicas e instituciones articuladas
alrededor de la agroecología, para definir
políticas públicas
se constituye el Colectivo
Agroecológico del Ecuador
permitió el impulso de campañas que
además de promover la agroecología,
permitieron visibilizar la estrecha
vinculación con organizaciones y redes
de consumidores, que de manera
creciente fueron ampliando una
estrategia más política de vinculación
campo-ciudad