Maniobra de Crile: Con el paciente de pie parado frente al médico. Se toma el cuello en forma de
pinza, colocando el pulgar sobre el tiroides, los restantes dedos sobre el cuello, se indica la deglución
para explorar con el pulgar la superficie tiroidea.
. Maniobra de Lahey: Frente al paciente consiste en desplazar la tráquea y el tiroides con el dedo
pulgar hacia el lado que se desea examinar. Así se proyecta el lóbulo tiroideo que nos interesa, el
cual puede palparse en toda su extensión entre el dedo pulgar y el resto de los dedos.
Maniobra de Quervain: Detrás del paciente, este sentado en una silla con el cuello ligeramente
extendido. Los dedos pulgares descansan sobre la nuca, y el pulpejo de los otros dedos se colocan
sobre el tiroides para palparlo suavemente, con el objetivo de evaluar la superficie, e inclinar la
cabeza hacia el lado izquierdo y derecho para sentir mejor los lóbulos.
ABORDAJE ANTEROR
ABORDAJE POSTERIOR
Luego de sospechar la existencia de un nódulo maligno por: su consistencia, fijación a
planos profundos, poca movilidad, la presencia de adenopatías, además de irregularidad
de la superficie del nódulo, debemos realizar algunas de las maniobras existentes para la
exploración del tiroides. Lo primero es la observación del nódulo, para ver su situación
en cuanto a la región del cuello. Si ocupa la línea media, nos orientará a hacer los
diagnósticos diferenciales
Maniobra del Marañón: Cuando sospeche bocio endotoráxico, para ello el paciente debe estar
sentado, con los brazos levantados y la cabeza hacia atrás. Si aparece una disnea progresiva la
maniobra es positiva.