El término prostatitis comprende un amplio espectro de
síntomas inespecíficos del tracto genitourinario inferior
caracterizados fundamentalmente por dolor perineal o genital,
síntomas miccionales como disuria o polaquiuria y disfunción
sexual en sus diversas manifestaciones.
Prevalencia
Constituye la infección urinaria parenquimatosa más
habitual en el varón entre la segunda y cuarta décadas de la
vida.
Tan sólo en Estados Unidos genera alrededor de 2 millones de
consultas médicas por año
Estratificada por edad, la prostatitis se identifica en el 11% en sujetos
menores de 50 años y en el 8,5% de los mayores de esa edad
la prostatitis crónica bacteriana representa menos del 20% de
todas las prostatitis crónicas.
Patogenia
PROSTATITIS AGUDA
En esta existe una verdadera infección parenquimatosa aguda de
la glándula prostática, generalmente por uropatógenos habituales, que si se deja
evolucionar sin tratamiento puede provocar una diseminación bacteriana, e
incluso una sepsis de origen urinario o un absceso prostático que pongan en
peligro la vida del paciente.
PROSTATITIS CRÓNICA
En esta se han establecido distintas hipotésis acerca de su
etiopatogenia
Teoría obstructiva: el origen del dolor y los síntomas irritativos u
obstructivos estaría en una disfunción miccional por estenosis uretral,
disinergia esfinteriana u obstrucción del cuello vesical1
Teoría del reflujo intraductal: una micción
turbulenta de alta presión produciría un reflujo de
orina al interior de la glándula prostática
Teoría infecciosa: la abundante flora uretral normal, rica en microorganismos grampositivos
(Staphylococcus epidermidis, Corynebacterium spp., Streptococcus spp., Streptococcus grupo D, etc.),
bacterias gramnegativas (básicamente Enterobacteriaceae), Mycoplasma hominis, Ureaplasma
urealyticum, Chlamydia trachomatis y hongos,
Teoría autoinmune: los estímulos antigénicos, ya sea microbianos o
por presencia de orina por reflujo, determinarían una respuesta del
sistema inmunológico humoral y celular
Teoría de la disfunción neuromuscular: el síndrome de dolor pelviano crónico también se
ha relacionado con el estrés y con diversas alteraciones psicológicas, especialmente
ansiedad y tensión emocional
Síntomas
En el caso de los síndromes crónicos de prostatitis nos encontramos que unas veces los síntomas son
escasos o inexistentes y sólo comportan alteraciones en el semen que condicionan infertilidad.
En otras ocasiones predominan las manifestaciones sexuales,
como la pérdida total o parcial de la erección, la eyaculación
dolorosa, la eyaculación precoz o la hemospermia
Lo más habitual es la existencia de
dolor pelviano y síntomas urinarios. El
dolor es referido a áreas dispares:
suprapúbico, perineal, lumbosacro,
escrotal, peneano, cara interna de los
muslos.
Diagnóstico
Exploración Física
El tacto rectal sólo es significativo en la infección
agudadonde la próstata, aumentada de tamaño, es
muy sensible a la palpación, con dolor y un vivo reflejo
miccional siempre presentes
Cultivo Fraccionado
Es el método más utilizado en el diagnóstico de las prostatitis y también el
más fidedigno
Se basa en la obtención por separado de diferentes especímenes de orina y secreciones prostáticas
Cultivo de Semen
El semen, con un 30% de origen prostático, es un medio idóneo para evaluar
la capacidad funcional de esta glándula así como las alteraciones de la misma
Citologia Exfoliativa Prostática
La infección intraprostática provoca una reacción inflamatoria intensa,
tanto en el interior de las glándulas afectadas como alrededor de las
mismas, detectable mediante estudios citológicos de la secreción
prostática, de la orina posmasaje y del semen con reconocimiento de
polimorfonucleares, histiocitos, macrófagos, linfocitos y células
plasmáticas
Ecografía
Los cambios ecográficos observados son: aumento de tamaño de la próstata,
asimetría de los lóbulos prostáticos, incremento del diámetro de los plexos venosos
periprostáticos, nódulos hiperecogénicos en la próstata externa, evidencia de
litiasis intraprostática, presencia de halos hipoecoicos periuretrales o
calcificaciones entre la zona transicional y la cápsula
Tratamiento
La prostatitis aguda (categoría I/NIH)
es un cuadro infectivo grave que exige un inmediato tratamiento antimicrobiano una vez
recogida para cultivo la orina y, si lo hay, un exudado uretral
La prostatitis bacteriana crónica (categoría II/NIH)
Los farmacos que difunden adecuadamente al líquido prostático son: el trimetoprim, la doxiciclina, la minociclina, el ácido
pipemídico, las fluoroquinolonas, la fosfomicina, el aztreonam y la ceftriaxona
Los ciclos de tratamiento son de 6-12 semanas, con control microbiológico fraccionado una semana
después.
En la subcategoría IIIa o síndrome de dolor pelviano crónico inflamatorio
Se da tx antimicrobiano oral (6-12 semanas) con:
Fluoroquinolonas, Trimetoprim, Doxiciclina
En la subcategoría IIIb, o síndrome de dolor pelviano
crónico no inflamatorio
Se recomienda probar, de modo secuencial, con bloqueadores alfa, analgésicos, relajantes
musculares, técnicas de biorretroalimentación y cambios en el estilo de vida
En la categoría IV, o prostatitis asintomática inflamatoria
no se recomienda tratamiento alguno excepto en casos de PSA elevado o infertilidad