Hay algo que nos une a todas las mujeres que damos o queremos dar
pecho es que en algún momento nos hemos sentido inseguras sobre nuestra capacidad de
amamantar a nuestros hijos.
A través de la leche materna pasan también emociones y frustraciones de esa Mama! , el no llegar a tener
el peso adecuado tiene que ver con una desarmonía emocional-psicológica-y física de la madre!!
Totalmente normal debido al agotamiento, miedos y frustraciones a las que estamos expuestas
diariamente las mamás! Por eso es tan importante enfermarse y buscar apoyo y sostén!!!
Existe la idea de que la lactancia materna es algo natural y fácil. No obstante, no siempre es así, en
ocasiones es un camino repleto de dificultades. No deja de ser algo nuevo. Es una manera
totalmente novedosa de cuidar a otra persona. Intentar una nueva destreza después de vivir un
suceso traumático puede ser un desafío importante.
Hay multitud de situaciones que pueden provocar aversión o rechazo a la lactancia materna. Casi
todas suelen ir acompañadas de sensaciones desagradables o frustración. Necesitamos respetar sin
juzgar. Es fundamental detectar y acompañar a estas madres lo antes posible. Ofreciendo apoyo no
solo en la lactancia, también apoyo emocional y psicológico. Nombrando y dando visibilidad a todas
estas experiencias.
Del mismo modo, durante los primeros días es normal no saber cuándo darle el pecho a tu bebé. Lo
importante es saber que cada niño tiene su ritmo personal y así, estar atenta a sus señales. Con el
paso de los días, reconocerás cuando tu hijo/a tiene hambre y cuando está saciado.
No solamente el bebé sale beneficiado de recibir leche materna, sino también tú como madre.
Gracias a los múltiples nutrientes de la leche materna y a la acción física, el bebé puede evitar
afecciones como: Alergias Problemas estomacales o intestinales como gases, diarrea o
estreñimiento Problemas de sibilancias Infecciones de oído Enfermedades respiratorias como asma
Diabetes Problemas de peso como la obesidad SMSL (síndrome de la muerte súbita del lactante)
Caries en los dientes
Pide ayuda si no te sientes todavía segura, hoy en día hay diferentes medios para que te pueden
orientar y ayudar. Muchos programas estatales para mujeres, bebés, ofrecen
orientación de madres consejeras.
LIGA DE LA LECHE MATERNA: https://laligadelaleche.org.mx/
PALMA: Proyecto de apoyo a la lactancia materna: https://www.apoyolactancia.org/
También puedes encontrar apoyo en facebook, twitter e Instagram
No te dejes llevar por malos comentarios o mitos
La lactancia deforma los pechos
Realidad: El principal cambio del pecho se produce
durante el embarazo, independientemente de que la
madre lacte o no. En todas las mujeres los pechos se
van deformando poco a poco en función de la edad,
factores genéticos, cantidad de grasa corporal
Tienes que beber mucha agua, tienes que beber
mucha leche, tienes que comer más…
Realidad: La madre debe seguir una dieta variada
y equilibrada, por encima de las 1800 calorías y
beber el líquido que le apetezca según su sed. La
producción de leche no mejora al comer en
exceso, ni al tomar más leche, ni beber más
líquidos.
No deber comer determinados alimentos porque
cambia el sabor de la leche o porque al niño le
darán gases.
Realidad: Los cambios en el sabor de la leche según los
alimentos ingeridos por la madre, favorecerá que el bebé
acepte los nuevos sabores cuando se introduzca la
alimentación complementaria. Ningún alimento
consumido por la madre provoca gases en el niño.
Hay que organizar el horario de las tomas (diez
minutos de cada pecho cada tres horas), para que
el bebé se regule y aprenda.
Realidad: La lactancia materna debe ser a libre demanda, sin
horario fijo, permitiendo que el bebé decida cuando y
cuanto comer, ya que la succión frecuente y el vaciado de
la mama son los principales estímulos para asegurar una
producción abundante de leche.
Si le das cada vez que pide lo malcrías.
Realidad: Los bebés no solo necesitan la leche que les alimenta
sino también contacto físico y cariño, fundamentales para un
apego seguro, que será la base de su confianza y autoestima
futura.
Si tienes el pecho pequeño, tendrás poca leche.
Realidad: Las mamas están compuestas de tejido
glandular (donde se produce la leche), tejdo graso y
tejido conectivo de soporte. El tamaño de la mama
no influye en su capacidad de producir leche, ya que
depende más de la cantidad de grasa, que del tejido
glandular.