Todos los educares deberías preparar a los jóvenes para una
vida marcada por el buen trabajo. Todo estudio necesita un
punto de partida y decidimos centrarnos en la clase de trabajo
típico de las profesiones liberales.
Apoyos para el buen trabajo.
El logro de una mente ética es más fácil
cuando uno se ha criado en un entorno
donde el buen trabajo es la norma.
Apoyo vertical.
La orientación ética empieza en el hogar, en casa
también se trabaja. Los niños observan a sus padres
cuando toman decisiones.
Apoyo horizontal.
En la sociedad contemporánea los compañeros y
los colegas adquieren una gran importancia. Ya que
desde pequeños tienden a ''andar'' con otros de su
misma edad.
El niño observa modelos éticos de su familia. Se
rodeo de compañeros íntegros y bien motivaodos.
Amenazas a la orientación ética.
En cierto sentido, las amenazas a la orientación
ética del trabajo son lo contrario de los factores
que motivan el buen trabajo y por eso son
fáciles de identificar.
Si en el hogar no hay adultos que encarnen una conducta
ética, si los compañeros son egoístas y solo se guían por su
interés las oportunidades de llegar a trabajar bien serán
mínimas.
Una educación centrada en el buen trabajo.
Hasta la tercera década de la vida, los jóvenes dedican
más tiempo a la educación formal que a cualquier otra
institución, pasan más tiempo con sus enseñantes que
con sus padres y tienen más contacto con sus
compañeros de estudios que con sus hermanos o con los
hijos de sus vecinos.
Para este fin proponemos usar como señales indicadoras lo que
hemos dado en llamar ''las cuatro M''
1. Misión.
Sea en los estudiantes o en el trabajo, la persona
debe especificar qué intenta lograr con su
actividad. Si no explicita sus objetivos lo más
probable es que pierda su rumbo y se encuentre
con problemas.
2. Modelos.
Es muy
importante entrar
en contacto, bien
directamente, bien
mediante textos o
gráficos, con
personas que
encarnen el buen
trabajo.
Mirarse al espejo versión individual.
Quién aspire al buen trabajo hará bien en
mirarse al espejo de vez en cuando para
ver si su actuación es correcta.
Mirarse al espejo.
Responsabilidad profesional, los profesionales que
empiezan deben concentrarse en trabajar bien. Cuando
se llega a la madurez y a una posición de autoridad se
adquiere la obligación de supervisar y colegas y pedirles
cuentas si es necesario