Una comunicación escrita es como un territorio extenso y
desconocido que te contiene a ti y a tu lector/a, tus ideas, tu
propósito y todo lo que puedas hacer (Linda Flower).
El proceso de la escritura es difícil de accionar, es posible que no encontremos
ideas, que no nos gusten o que no tengamos muy claras las circunstancias que
nos incitan a escribir.
Para mejorar existen algunos recursos como:
Explorar las circunstacias
Una buena técnica consiste en explorar las
circunstancias que nos mueven a redactar
Demasiadas veces escribimos con una imagen
desenfocada del problema, pobre o vaga, que
nos hace perder tiempo y puede generar
escritos inapropiados e incluso incongruentes.
El escrito es una posible respuesta de actuación
a alguna circunstancia o problema.
El éxito de la actuación dependerá en buena
parte de la eficacia que tenga el escrito
Una situación comunicativa bien entendida permite poner en
marcha y dirigir el proceso de escritura hacia el objetivo deseado
No escribimos porque nos cuesta hacerlo y
nos cuesta hacerlo porque escribimos poco
Una manera de romper este círculo
vicioso es acostumbrarse a redactar
un poco cada día como:
Desarrollar el enunciado
Las circunstancias que nos mueve a escribir
puede limitarse a una pregunta escrita ¿?
Consiste en:
Desarrollar o expandir las palabras de la
pregunta para definirla de manera precisa
Diario personal
Lo mejor es escribir
sobre temas variados
Consiste en:
Escribir los sucesos que el
autor cree mas relevantes
de un día común
Mapas y redes
Son una forma de representar
nuestro pensamiento
Consiste en:
Dibujar asociaciones mentales
de las palabras e ideas que se
nos ocurren en la mente