Es la que nos permite tomar conciencia de nuestras
emociones, comprender los sentimientos de los demás,
tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el
trabajo.
La inteligencia emocional es crucial en la educación porque ayuda a los
estudiantes a manejar sus emociones, mejorar sus relaciones
interpersonales y aumentar su motivación
La motivación es un factor clave que impulsa a los estudiantes a participar
activamente en su aprendizaje, a establecer metas y a persistir ante los
desafíos .
Los docentes pueden utilizar diversas estrategias y técnicas que promuevan la
autoconciencia emocional, la empatía y la regulación emocional, creando un ambiente
de aprendizaje positivo
Algunas estrategias incluyen establecer metas claras, proporcionar
retroalimentación positiva, fomentar la participación activa y crear un ambiente de
aprendizaje inclusivo.
Un docente proactivo puede utilizar la motivación creando un ambiente de aprendizaje
atractivo, estableciendo metas claras y desafiantes, y reconociendo y celebrando los logros de
los estudiantes
La inteligencia emocional se puede medir a través de cuestionarios, evaluaciones de
habilidades sociales y observaciones del comportamiento en situaciones sociales y
académicas
La falta de inteligencia emocional puede llevar a dificultades en la
gestión del estrés, problemas de relación con compañeros y
docentes, y, en consecuencia, a un rendimiento académico inferior
Goleman identifica cinco componentes: autoconciencia,
autorregulación, automotivación, empatía y habilidades
sociales
La regulación emocional permite a los estudiantes manejar sus reacciones ante
situaciones estresantes, lo que les ayuda a mantener la concentración y a ser más
efectivos en su aprendizaje