El control de calidad consiste en la implantación de programas, mecanismos, herramientas y/o técnicas en una empresa para la mejora de la calidad de sus productos, servicios y productividad. El control de la calidad es una estrategia para asegurar el cuidado y mejora continua en la calidad ofrecida.
Plan de calidad
Objetivos
Ventajas
Es un plan donde se recogen los proyectos y acciones orientados a maximizar la calidad de las operaciones y, por consiguiente, la satisfacción de los consumidores.
Estas acciones han de ser lo suficientemente relevantes como para tener un impacto en los objetivos de la compañía.
En primer lugar, se obtiene la información necesaria acerca de los estándares de calidad que el mercado espera y, desde ahí, se controla cada proceso hasta la obtención del producto/servicio, incluyendo servicios posteriores como la distribución.
*Muestra el orden, la importancia y la interrelación de los distintos procesos de la empresa.
*Se realiza un seguimiento más detallado de las operaciones.
*Se detectan los problemas antes y se corrigen más fácilmente.
En ocasiones, los emprendedores no son conscientes de la importancia que posee el control de calidad dentro de las organizaciones empresariales. La calidad es el factor que va a hacer que nuestros producto se encuentren por encima de los de la competencia y que el cliente acabe eligiendo nuestra marca al final de su proceso de decisión de compra.
Importancia
Tipos de control de calidad
Un segundo tipo de control sería el control concurrente. Es decir, el que se aplica durante el proceso o fase operacional de que se trate. Este tipo de controles tratan de verificar que las diversas actividades que han de ocurrir en el proceso se producen de forma sincronizada, para asegurar que el resultado reúne los requisitos exigidos.
Por último, el denominado control de Retroalimentación se centra en el uso de la información obtenida de los procesos para corregir desviaciones.
Así, se habla de un control preliminar, en el caso de que se realice antes de que se inicie el proceso correspondiente. A esta fase corresponden, políticas, procedimientos y reglas, así como, el control de insumos empleados en los procesos o el control en los puntos de recepción.