La velocidad de la luz en el vacío es por definición una constante
universal de valor 299 792 458 m/s.
Se simboliza con la letra c, proveniente del latín celéritās (en
español celeridad o rapidez).
El valor de la velocidad de la luz en el vacío fue
incluido oficialmente en el Sistema Internacional
de Unidades como constante el 21 de octubre de
1983,4 pasando así el metro a ser una unidad
derivada de esta constante.
Descripción
De acuerdo con la física moderna toda radiación
electromagnética (incluida la luz visible) se propaga o mueve a
una velocidad constante en el vacío, conocida común —aunque
impropiamente— como "velocidad de la luz" (magnitud vectoria
Una consecuencia en las leyes del electromagnetismo (tales como las ecuaciones de Maxwell) es que
la rapidez c de radiación electromagnética no depende de la velocidad del objeto que emite la
radiación.
Velocidad constante para todos los
marcos de referencia
Es importante observar que la velocidad de la luz no es un límite
de velocidad en el sentido convencional. Un observador que
persigue un rayo de luz lo mediría al moverse paralelamente él
mismo viajando a la misma velocidad como si fuese un observador
estacionario.
Historia
Hasta tiempos relativamente recientes, la velocidad de la luz
fue un tema sujeto a grandes conjeturas. Empédocles creía
que la luz era algo en movimiento, y que por lo tanto en su
viaje tenía que transcurrir algún tiempo.
ISLAM. Los filósofos islámicos Avicena y Alhacén creían que la luz
tenía una velocidad finita, aunque en este punto otros filósofos
convinieron con Aristóteles.
HINDUISMO. La escuela Ayran de filosofía en la antigua
India también mantuvo que la velocidad de la luz era
finita.
EUROPA. Johannes Kepler creía que la velocidad de
la luz era finita ya que el espacio vacío no representa
un obstáculo para ella.
MEDICIÓN DE LA VELOCIDAD DE LA LUZ. La historia de la
medición de la velocidad de la luz comienza en el siglo XVII en
los albores de la revolución científica.
PRIMEROS INTENTOS. En 1629 Isaac Beeckman, un
amigo de René Descartes, propuso un experimento
en el que se pudiese observar el flash de un cañón
reflejándose en un espejo ubicado a 1.6 km del
primero.
PRIMERAS MEDICIONES. En 1676 Ole Rømer realizó la
primera estimación cuantitativa de la velocidad de la luz
estudiando el movimiento del satélite Ío de Júpiter con un
telescopio.