A menudo caemos en la
rutina y la monotonía,
atrapados en modelos y
hábitos que nos son
inútiles
No nos
detenemos
a preguntar
¿Qué puedo
aprender de
esta semana
para evitar en el
aspecto esencial
que la siguiente
sea un calco de
ella?
El valor de la
semana no se
limita a lo que
hacemos en
ella, incluye
también lo que
aprendemos
La experiencia semanal no
estaría completa sin una
evaluación que nos
permita procesarla
Es la etapa
final y la
primera en un
ciclo de vida y
aprendizaje
Nos hace
regresar al
principio del
proceso pero con
mayor capacidad
A medida que
aprendemos de la vida,
estamos mejor
preparados para actuar
con mayor integridad al
momento de elegir
Organizar,
actuar y evaluar
una y otra vez
Convierte nuestras
semanas en ciclos
repetitivos de aprendizaje
y crecimiento
"Sé observador para tener un
corazón puro, pues algo nace
para ti como consecuencia de
cada acción"
Lewis dice: "Lo que me agrada de la experiencia es
que es tan honesta puedes engañarte a ti mismo
pero la experiencia no trata de engañarte, El
universo confirma su verdad cada vez que lo
pones correctamente a prueba"
El proceso de
evaluación se centra
en la mejora y
crecimiento
Método para evaluar la semana
Se realiza en un diario
personal o en el reverso de la
hoja de trabajo semanal, al
finalizar la semana y
prepararse para la siguiente
Elaborar un
cuestionario y no
utilizar más de
cinco o seis
preguntas
¿Qué metas alcancé?
¿Qué me capacitó para lograrlas?
¿Qué desafíos afronté?
¿Cómo los superé?
¿Qué metas no logré?
¿Qué evitó que las
alcanzara?
La semana
como parte
de un todo
mayor
Observar
cómo cada
semana
conecta con
las demás
Realizar una
evaluación
mensual o
cuatrimestral
¿Qué modelos de éxito o
fracaso tengo en cuenta para
fijar y alcanzar metas?
¿Fijo metas
realistas pero
desafiantes?
¿Qué sigue
interponiendose en el logro
de mis metas?