La hepatitis es una inflamación del hígado. La
afección puede remitir espontáneamente o
evolucionar hacia una fibrosis (cicatrización),
una cirrosis o un cáncer de hígado
ETIOLOGIA
Causada por el virus de la hepatitis C, se transmite por contacto
directo con la sangre de una persona infectada. Sus principales
formas de transmisión suelen ser: Agujas o jeringuillas infectadas.
Transfusiones sanguíneas. Hemodiálisis. Mediante material
infectado: sanitario, material para tatuajes, piercings, etc. Durante
el parto; transmisión madre-hijo
CUADRO CLINICO
El período de incubación de la hepatitis C puede variar de dos semanas a seis
meses. Tras la infección inicial, aproximadamente un 80% de los casos no
presentan síntomas. Aquellos con sintomatología aguda pueden presentar fiebre,
cansancio, inapetencia, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orinas oscuras, heces
claras, dolores articulares e ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).
TRATAMIENTO
medicamentos antivíricos, denominados antivíricos
de acción directa (AAD), que son mucho más eficaces
y seguros, y mejor tolerados.
PREVENCION
PRIMARIA Higiene de las manos, incluida la preparación de las manos para la
cirugía, el lavado de las manos y el uso de guantes; manipulación y
eliminación segura de objetos afilados y desechos; prestación de servicios
integrales de reducción de daños a los consumidores de drogas inyectables,
por ejemplo proporcionando material de inyección estéril; análisis de la
sangre donada para detectar las hepatitis B y C (así como el VIH y la sífilis);
capacitación del personal sanitario; y promoción del uso correcto y
sistemático de preservativos
SECUNDARIA Y TERCIARIA: Información y
asesoramiento sobre opciones de atención y
tratamiento; vacunación contra las hepatitis A y
B para prevenir la coinfección por esos virus y
proteger el hígado; tratamiento médico
temprano y adecuado, incluida, si procede, la
terapia antivírica; y seguimiento periódico para
el diagnóstico precoz de la enfermedad
hepática crónica.