Dueños
1. El dueño permisivo. Ya sabes, «pobre, que se suba un rato al sofá», «un poco de las sobras de la comida», «si no viene a la llamada ya vendrá…». No se trata de ser un clon del sargento de hierro, pero para convivir con perros debemos inculcar unas reglas de convivencia que se deben respetar por todos los integrantes de la familia, y los perros son uno más.
2. El dueño «pasota». Es un paso más allá del permisivo. Y no, los perros no tienen derecho a todo, no pueden estar en todas partes, ni le gustan a todo el mundo, ni pueden hacer sus necesidades en cualquier sitio (ni saben recogerlas ellos solos). El dueño «pasota» es el peor enemigo del resto de personas con perro, es el que peor fama nos crea.
3. El dueño hiperprotector. Los perros necesitan vivir, relacionarse, sentir… Y les pasan cosas, cuando son cachorros les abroncan los perros mayores, y cuando son adolescentes se pueden pelear. También pueden tener pequeños accidentes en el parque, o clavarse una espiga en las almohadillas. Los perros no pueden vivir aislados del mundo en una burbuja, deben relacionarse con otros perros y personas.
4. El dueño «adiestrador». Si quieres educar o trabajar de alguna forma con tu perro, asegúrate de tener la formación y experiencia adecuadas a los objetivos que deseas alcanzar y a la complicación concreta de tu perro. Lo siento, no, no lo sabes todo sobre perros por leer media docena de libros y asistir a un par de seminarios. Sé honest@ contigo, y si no te ves capaz acude a un profesional del comportamiento canino, será el camino más corto y tu perro lo agradecerá.
5. El dueño hipocondríaco. Es un perfil muy cercano al del dueño hiperprotector, pero más enfocado hacia los problemas de salud. Sus perros sufren (se supone, claro) todos los males conocidos, desde tos de las perreras por un pequeño estornudo a una terrible displasia al más mínimo síntoma de cojera… Cuidar de nuestros perros no es obsesionarnos por su salud, es cuidarlos cuando de verdad lo necesitan.