sugiere que la
tarea de
administración es
tal que el
individuo pueda
acercarse lo más
posible y en lo más
práctico, hacia la
racionalidad en su
toma de
decisiones (en
términos de los
objetivos
organizacionales).
Para Herbert Simon el gerenciamiento es sinónimo de
toma-de-decisiones habiendo puesto foco en como se toman las
decisiones en la práctica y como pueden éstas decisiones llegar
a ser más efectivas. Sugiere que en el proceso general de
toma-de-decisiones existen tres etapas principales:
Encontrando
ocasiones en
las cuales
exista una
decisión a
tomar, lo que
podemos
asociar con una
actividad de
inteligencia en
el sentido
militar.
Inventando,
desarrollando y
analizando
posibles cursos
de acción, lo
que podría
denominarse
como una
actividad de
diseño.
Eligiendo un
curso
particular de
acción de
todas las
opciones
posibles,
representando
una actividad
“de opción /
elección” u
“optativa”.
Herbert Simon realiza
una distinción
identificando dos
polaridades: las
decisiones pueden
ser programadas y
también
no-programadas, las
cuales no
necesariamente son
mutuamente
excluyentes.
Simon (1952): “… un
sistema de
actividades
interdependientes
que abarcan por lo
menos varios grupos
primarios y
generalmente
caracterizados a nivel
de la conciencia de los
participantes por un
alto grado de
dirección del
comportamiento
hacia fines que son
objeto de
conocimiento común.