Osteomielitis: es la inflamación del hueso causada por una infección bacteriana o fúngica, y con
menor frecuencia por parásitos o micobacterias
1) osteomielitis aguda hematógena. Es la forma más frecuente de presentación en la infancia;
2) osteomielitis secundaria a un foco contiguo de infección: después de un traumatismo abierto,
herida penetrante, herida postquirúrgica infectada, tras el implante de una prótesis, o secundario a
una infección subyacente como celulitis. Esta es una forma menos frecuente de presentación en los
niños que la anterior;
y 3) osteomielitis secundaria a insuficiencia vascular, proceso muy raro en la
infancia(2)
Osteomielitis del recién nacido
es infrecuente, pero es una infección grave, generalmente debido a una diseminación bacteriémica en un
neonato con catéteres intravenosos. Los signos y síntomas incluyen fiebre (que puede faltar), irritabilidad,
rechazo a mover el miembro (pseudoparálisis) y celulitis asociada
APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA
Hemograma
VSG
PCR
Diagnóstico microbiológico
En los pacientes con cultivo negativo con terapia antibiótica empírica, que no responden bien al
tratamiento, habría que considerar la biopsia ósea para estudio histopatológico y cultivo para
bacterias, micobacterias y hongos
Diagnóstico por técnicas de imagen
Radiología simple: suele ser la primera prueba de imagen que se solicita ante la sospecha de
osteomielitis. En los primeros días de la infección la radiología puede ser normal, o tener como única
alteración la inflamación de los tejidos blandos (incluso en las primeras 48 horas)
La cronología de las lesiones detectadas por ecografía son: en las primeras 48- 72 horas inflamación de
los tejidos blandos, seguido de elevación del periostio por el acúmulo de pequeña cantidad de líquido,
posteriormente colección subperióstica y, por último, erosión de la cortical que aparece entre las 2 y 4
semanas de evolución
Gammagrafía ósea: es la técnica más sensible para la detección de osteomielitis en las primeras 48-72
horas, en las que la radiología simple puede ser normal. Se realiza un rastreo óseo de todo el esqueleto
tras la administración de isótopos, siendo el más utilizado el tecnecio-99
Gammagrafía con leucocitos marcados: esta técnica se hace utilizando leucocitos marcados cono indio
(In) o galio (Ga) especialmente los marcados con In-111, ya que un aumento de la captación refleja la
migración de células activadas hacia áeras de inflamación, y puede ayudar al diagnóstico en las
osteomielitis asociadas a trauma, cirugía, úlceras crónicas y prótesis
Es la técnica de elección para el diagnóstico de osteomielitis vertebral o pélvica porque aporta mucha
información sobre la localización anatómica de la lesión y la presencia de abscesos que requieran
drenaje
ARTRITIS SÉPTICA
Es la infección del espacio articular en niños, como complicación, en el curso de una bacteriemia. Suelen ser
infecciones bacterianas, aunque hay otras causas raras de artritis en niños (Tabla II). Los niños pueden
desarrollar artritis reactiva, secundaria a una bacteriemia, en cualquier localización.
Las artritis purulentas se producen por infección sinovial, hasta donde llegan los microorganismos por vía
hematógena. La respuesta inflamatoria e infecciosa que se produce a ese nivel (migración de polinucleares,
producción de encimas proteolíticas y secreción de citocinas por los condrocitos) es muy rápida, detectándose
degradación del cartílago articular en las primeras 8 horas de haber empezado la infección(
CLINICA
Recién nacidos: son poco sintomáticos. Puede predominar la irritabilidad y la clínica de sepsis. En la exploración
llama la atención posturas asimétricas, aspecto pseudo-paralítico del miembro y dolor a la movilización
Lactantes: predomina la fiebre, irritabilidad, llanto y rechazo a la movilización de la articulación.
Niños y adolescentes: predomina el dolor en la articulación, rechazo a cargar peso y a caminar, puediendo
haber signos inflamatorios locales (rodilla, tobillo), difícil de evidenciar en la cadera
Artrocentesis: esta técnica es de gran importancia, y debe realizarse precozmente con fines diagnósticos y
terapéuticos siempre que se sospecha una artritis séptica
PATOGENIA
La osteomielitis aguda hematógena se produce en el curso de una bacteriemia sintomática o
asintomática que hace llegar el agente infeccioso hasta el hueso, localizándose generalmente en las
metáfisis de los huesos largos (fémur, tibia y húmero) que están muy vascularizada
El microorganismo viaja hasta las redes capilares de las metáfisis oseas, dónde la circulación es lenta, con
posterior replicación e inflamación loca
En niños menores de 18 meses, las metáfisis están vascularizadas a partir de vasos trans-epifisarios, que
atraviesan las epífisis, llegando al espacio articular, lo que explica que los lactantes y niños pequeños tengan
mayor riesgo de desarrollar una artritis aguda como complicación de una osteomielitis.
La osteomielitis, según se ha comentado previamente, también puede ser secundaria a una infección local que
se extienda hasta el hueso, como sucede en las asociadas a sinusitis, mastoiditis, infección dentaria, celulitis,
mordeduras de animales o heridas penetrantes infectadas.
EPIDEMIOLOGÍA
Sí se sabe, que en las series descritas, aproximadamente el 50% de los casos ocurren en los primeros 5 años de
vida, que es más frecuente en niños que en niñas, y que aunque puede afectarse cualquier hueso de la
economía, la localización más frecuente son los huesos largos de las extremidades inferiore
ETIOLOGÍA
Staphylococcus aureus es el patógeno más frecuente en todos los grupos de edad, siendo la causa del 70 al 90%
de las osteomielitis.
Situaciones especiales:
en adolescentes pueden producirse infecciones por Neisseria gonorrhoeae, y en niños con anemia de células
falciformes hay que considerar la posibilidad de infección por Salmonella, aunque S. aureus sigue siendo la
causa más frecuente de infección en esta población
Es importante tener en cuenta que en los últimos años se están describiendo cada vez más casos de infecciones
por S. aureus meticilin-resistente adquiridos en la comunidad (SAMR-C), situación a tener en cuenta a la hora del
abordaje terapéutico
CLÍNICA
. Los síntomas más frecuentes son fiebre, dolor agudo persistente que se va incrementando en el miembro
afecto, acompañado de inflamación y enrojecimiento del tejido que está sobre el hueso
Los síntomas más frecuentes son fiebre, dolor agudo persistente que se va incrementando en el miembro
afecto, acompañado de inflamación y enrojecimiento del tejido que está sobre el hueso. El niño cojea o se
niega a caminar, debido al dolor al cargar y a la movilización. El lactante presenta irritabilidad, rechazo del
alimento, e inmovilidad por el dolor.