Reseña sobre el artículo JCR versus SJR Lexicalización o transliteración en la economía de la información
En el artículo original JCR versus SJR Lexicalización o transliteración en la economía de la información, publicado por la pagina redalyc, que es una red de revista científica de América Latina y el Caribe, los autores Rodríguez Salazar, Luis Mauricio; Delgadillo Monroy, Gabriela del Instituto Politécnico Nacional, México, en el año 2017, p.24 plantearon una alternativa, el sistema de indización Scimago Journal and Country Rank (SJR). Para ello se abordó en el método histórico documental, con el cual se analizó el origen y desarrollo del Science Citation Index (SCI) por el Institute for Scientific Information (ISI). Para esto es necesario presentar la base de datos SOCPUS desarrollada por la empresa Elsevier (la cual es análoga al SCI creado por el ISI), del cual deriva el SJR.
En un diálogo imaginario con colegas, si alguien dijera que tiene un artículo publicado en una revista JCR, no importaría que la mayoría no sepa qué significan las siglas: se sabría, por lo menos, como sucede, que se trata de una revista indizada de alto impacto. En cambio, si alguien dice que tiene un artículo publicado en una revista SJR, fonéticamente tendrían la impresión de que se tuvo un lapsus de dislexia tratando de decir JCR, cuando en realidad es una lexicalización de la semántica por la fonología. Fonéticamente son distintas, pero desde el punto de vista semántico son sistemas alternativos de indizado de revistas de alto impacto. Si en lugar de diálogo se hace por escrito, al ver las siglas SJR se pensará que se cometió el error de invertir el orden de la J y sustituir la C por la S. Sin embargo, en el marco de la teoría de la información, se trata más bien de una transliteración de dos sistemas diferentes de indizado del factor de impacto de las revistas científicas, en donde las revistas JCR y las SJR tienen el mismo significado.
Rodríguez y Delgadillo se centraron en la observación que realizó Eugenio Grafield desde el año de 1955, que posteriormente se reflejaría en la creación del Science Citation Index (SCI), por el Institute for Scientific Information (ISI). De este primer intento de organización del conocimiento, el cual postulamos desde la economía de la información, deriva la propuesta alternativa hacia las revistas SJR, con su peldaño anterior, SCOPUS. Asimismo, se plantea lo que proponemos como
peldaños anteriores tanto a las revistas indizadas en SCI como a las indizadas en SCOPUS, como son las revistas indizadas en SciELO, LATINDEX, EBSCO y en el índice de revistas del Conacyt.
El análisis esta dividió en seis subtemas que sustenta el tema general que se propuso. Una vez que se realizó una breve características del contexto JCR versus SJR Lexicalización o transliteración en la economía de la información, se presenta el primer análisis que abarca desde la historia de los sistemas y servicios de información. En este periodo se señala que cualquier sistema de registro de datos puede ser considerado un sistema de información según Rodríguez Salazar. De acuerdo con lo ahí señalado, los registros de datos, en su devenir histórico, sugieren tres revoluciones en el desarrollo de los sistemas de información. La primera se dio en el siglo II de nuestra era con la invención del papel por lo chinos; la segunda revolución se relaciona con el surgimiento de la imprenta en el siglo XVIII, mientras la tercera revolución fue provocada por la tecnología de cómputo y se mantiene en innovación permanente.
Uno de los señalamientos que desde entonces hizo el primer autor de este artículo, es que desde la segunda mitad del siglo pasado las grandes editoriales integran estas tecnologías, lo cual les permite procesar grandes volúmenes de información. Como se planteó desde entonces, los servicios de la información científica se dieron a partir de la década de los cincuenta en diferentes países. El Vsesoyuznyi Institut Nauchnoi i Tejnecheskoi Informatsii (VINITI) creado en 1952 por la Academia de Ciencias de la URSS; la National Federation of Science Abstracting and Indexing Services creada en 1958 por grupos instancias oficiales y privadas de EUA. En 1964 a través de la National Science Foundation, se creó la National Council of Social Science Data Archives.
Es importante destacar que tanto en Uruguay, como en Argentina y en Brasil, se desarrollaron servicios de información a través de centros de investigación que prestaban ese servicio. De esta manera, dado que los servicios de información varían de acuerdo a las funciones que realizan, así como por los servicios que prestan. Historia de los sistemas y servicios de información. No obstante Luna González inicia su artículo haciendo referencia a que “Las transformaciones y el avance de las tecnologías de la información han determinado la manera en que, en el transcurso de los años, ha evolucionado la forma en que se crea, registra y se accede al conocimiento”. El punto central de su propuesta, para los fines de nuestro artículo, es el señalamiento de que la indización de la producción de conocimiento en la red digital.
En el segundo subtema se analizan la teoría y economía de la información en la organización del conocimiento científico. En el uso cotidiano, la palabra información es un término polisémico que asume funciones de sinónimo de modo indiscriminado. Este nivel de léxico indiferenciado es el que se debe rebasar, como señala Jaime Ríos Ortega (2014), quien desde la bibliotecología aborda la dimensión sociológica y cognoscitiva del concepto de información, señalando que el significado adecuado de este vocablo depende necesariamente del contexto epistémico en que se utiliza. La información como concepto científico, dice, “sólo podía darse dentro de una teoría de la información, es decir, como parte de un sistema explicativo que permitiera resolver problemas de orden teórico o abstracto y de orden fenomenológico y práctico”. En esta ruta intelectual del concepto de información, dice, se convirtió en una teoría de carácter social, como un modo de observar y explicar el desarrollo de la sociedad, concepción que quedó fijada en la denominada Sociedad de la información.
Respecto a la economía de la información, en 1961 George J. Stigler público el artículo The Economics of Information, en el indica que la información debía de tratarse como una mercancía y la forma en que se le tiene que fijar un precio. Por esta razón y basado en la economía tradicional, Stigler contempla los costos que se generaban en la búsqueda de documentos, en donde existe un estímulo enorme en la búsqueda de un comprador y un vendedor. Para Stigler entonces, la parte fundamental son los costos de distribución, ya que basado en ello se podría llegar a tener un comprador con lo cual la economía de la información estaría en un constante progreso.
En el periodo donde se hace hincapié a la Evolución del science citation index y el journal citation reports Eugenio Garfield señaló que el Science Citation Index (SCI) fue promulgado, antes de su existencia (que nosotros le llamamos configuración imaginaria), en un artículo publicado en la revista Science en 1955, como una herramienta que facilitara la difusión y la recuperación de literatura científica. Sin embargo, dice Garfield, el éxito del SCI no se deriva
de su función primaria como motor de búsqueda (para localizar artículos de nuestro interés), sino de su uso como un instrumento de medida de la productividad y la calidad científica, la cual fue hecha posible por el advenimiento de su subproducto natural.
En este periodo también como base de datos multidisciplinaria, en el Science Citation Index se indizan las llamadas ciencias duras, mientras que en el Social Science Citation Index y el Arts and Humanities Citation Index, como su nombre lo indica se indizan, respectivamente, las ciencias sociales, las artes y las humanidades. Sin embargo, se ha hecho común el nombrar como a las tres como Science Citation Index (SCI). Esta base de datos tiene dos propósitos fundamentales: el primero es identificar qué artículos ha publicado cada investigador, mientras que el segundo es saber en dónde y qué tan frecuentemente los artículos de ese autor han sido citados. De lo anterior deriva que, en cuanto fuente de autores citados, el SCI en sus tres versiones siempre haya estado dividido en dos secciones.
El subtema el peldaño anterior a la alternativa sjr de scopus-elsevier comprende una visibilidad de la investigadora Sandra Miguel, en SciELO, RedALyC y SCOPUS, en el que se calculó el porcentaje de revistas en estas fuentes, en relación con las registradas en el catálogo de LATINDEX. De manera muy general, la aportación de su artículo es que, en cuanto a la temática que abordan, las revistas incluidas en LATINDEX, SCOPUS y SciELO están más
equilibradas que las incluidas en RedALyC, la cual mostró, dice, un marcado sesgo hacia las ciencias sociales.
Un problema que se deriva de la escasa calidad de las revistas de la región ha sido (y en algunos casos sigue siendo) su dificultad para ser incluidas en bases de datos internacionales. Así, por ejemplo, varios autores han mostrado durante años la escasa presencia de revistas latinoamericanas en las bases de datos del Web of Science (WoS), de Thomson Reuters: Science Citation Index, Social Science Citation Index (SSCI) y Arts and Humanities Citation Index, más conocidas como “las bases del ISI”. A raíz de la situación descrita, dice la autora, en los últimos años se han venido desarrollando en la región numerosas iniciativas para mejorar la calidad de las revistas, haciendo mención de que el escenario parece estar cambiando. A esto añade que una de las nuevas fuentes es la base de datos SCOPUS, de Elsevier, creada en 2004, que es el tema central de este apartado.
Para abordar el subtema la alternativa a jcr isi-thomson-reuters: jcr scopus-elsevier el autor sebaso en la reseña del articulo Jiménez Noblejas y Perianes Rodríguez (2014) de la Universidad Carlos III de Madrid, este último perteneciente también al SCImago Research Gruop. Los autores plantean una aproximación práctica al uso del SCI y de Scopus para la búsqueda y recuperación de artículos científicos. Toda vez que no es el objetivo de nuestro artículo, no abordaremos esta temática, sino que, como se señaló desde la introducción, el objetivo es dar a conocer el SCImago Journal & Country Rank (SJR) como alternativa al Journal Citation Reports (JCR). Como se señaló desde la introducción, el JCR tiene como antecedente el Science Citation Index (SCI), por lo que para hablar del SJR es dar a conocer su antecesor, la base de datos Scopus (Elsevier).
En noviembre de 2004 la empresa Elsevier lanzó al mercado la base de datos multidisciplinar Scopus. En sus inicios, Scopus proporcionaba al usuario la posibilidad de consultar el número de veces que un trabajo había sido citado. En la actualidad recoge más de 18 000 títulos y 41 millones de registros y se ha convertido en la gran competidora de WoS por el control del mercado internacional de bases de datos de carácter científico (Jiménez Noblejas y Perianes Rodríguez, 2014, p. 16). Para poder establecer el análisis del índice de las revistas SJR, como propuesta heurística al problema hegemónico de las JCR, debe tomarse en cuenta el origen y desarrollo de la editorial Holandesa Elsevier, a partir de su creación en 1880, destinada a la publicación de artículos académicos, lo cual se convirtió en el giro principal de dicha empresa. Actualmente Elsevier cuenta con más de 20 mil productos multimedia, entre los que destacan las publicaciones dirigidas a la comunidad científica en general y a la comunidad médica en particular.
Para poder cumplir con la alternativa heurística del objetivo, se presenta el índice SCImago Journal and Country Rank, el cual se elabora a partir de la base de datos Scopus. Este índice es creado por Grupo SCImago, que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, que lo conforman especialistas de la Universidad de Granada. Su objetivo fue crear indicadores que midieran la cienciometría e infometría, como lo hace el ISI, mientras que el objetivo es dar a conocer el SJR. La metodología del indizado SJR a partir de Scopus, tiene todas las ventajas que proporciona el SCI, pero de una manera más amigable. Este se calcula a partir de la red de las citas de los artículos donde se ubican nodos como la representación de las revistas especializadas y las conexiones que existen entre las citas realizadas y las revistas donde se encuentran las citas.
Así, el indicador SJR es una métrica destinada a medir el "prestigio promedio por artículo" en las revistas, para la evaluación de la investigación. Para ello se han realizado estudios de comparación de las SJR con el factor de impacto utilizado para las revistas JCR, resultando ser una buena alternativa de evaluación de las revistas. Este proceso se da en dos fases: la primera calcula el prestigio de la revista, con ello toma las referencias
ponderadas de cada revista recibida en los últimos tres años. Este prestigio es determinado a partir de: un valor mínimo de prestigio que se obtiene al ser seleccionada para su procesamiento por la base de datos. De esta manera, el prestigio de la publicación, determinado por el número de artículos de la revista incluidos en la base de datos, así como el prestigio de citación, calculado a partir del número y la importancia de las citas recibidas de otras revistas, convierte esta medida dependiente en una independiente (Cañedo y Dorta, 2010).
El articulo concluye lo difícil que resulta ir en contra de lo establecido, más aún cuando esto se presenta como imposición por parte de los Cuerpos Académicos. En particular, podemos hacer referencia a que no obstante la prolija información sobre heurística, como alternativa, hay una gran resistencia por parte de los que profesan la visión tradicional de la metodología conceptuada como métodos de investigación basada en la elaboración de un protocolo. Para los autores de la revista, en cambio, la propuesta heurística busca dar una base epistemológica al llamado contexto de descubrimiento, que es lo que nosotros consideramos como el verdadero espíritu científico.
Por lo tanto, la heurística, como la conceptúa el primer autor de este artículo, es una invitación a ser un rebelde con causa, es decir, ir en contra de lo establecido con una alternativa documentada. Lo que resulta paradójico, es que este artículo, con el cual se busca documentar la publicación en revistas SJR, como una alternativa a la sugerencia con carácter de exigencia de publicar en revistas JCR, brinda a su vez una base documentada de éstas últimas. El objetivo del artículo se centró en brindar una alternativa a la publicación en revistas de alto impacto, puede ser también una propuesta para que las revistas mismas busquen su indización siguiendo esta vía alternativa.
Cañedo, R, & Dorta, A. J. (2010). SCImago Journal & Country Rank, una plataforma para la evaluación del comportamiento de la ciencia según fuentes documentales y países. ACIMED, 21(3), 310-320. Recuperado el 26 de julio de 2016 de: http://scielo.sld.cu/scielo.php? script=sci_arttext&pid=S1024-94352010000300005&lng=es&tlng=es.
Jiménez, C. N., & Perianes, A. R. (2014). Recuperación y visualización de información en Web of Science y Scopus: una aproximación práctica. Investigación bibliotecológica, 28(64), 15-31. Recuperado en 20 de julio de 2016 de: http://www.elsevier.es
Rodríguez-Salazar, L. M., & Delgadillo-Monroy, G. (2017). JCR versus SJR Lexicalización o transliteración en la economía de la informacion . (I. P. Nacional, Ed.) Investigación Administrativa, 46(120), 24. Obtenido de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=456052444005